Imágenes del Libro "Poemas y dibujos a mano alzada". Libro que próximamente editará Ediciones del año verde, con el aspecto de una carpeta escolar a la mitad de su tamaño. Edición de 50 ejemplares numerados y firmados por el Autor. Autor: Alfredo Benavidez Bedoya (Clickee dos veces sobre la imagen elegida para verla en un tamaño más grande).
miércoles, 1 de agosto de 2012
Protocolo para la huída.
Protocolo para nuestra huída necesaria
al momento de ser la protagonista en este mundo,
otra Especie excluyente como la nuestra.
Abandonen armados, para debilitar al depredador,
primero a los ancianos y a los enfermos, llevando
en la huída solamente a aquellos que por sus
conocimientos sean necesarios. Luego abandonen
a las mujeres que no parirán ya jamás, déjenlas
con sus hijos para su defensa, porque éstos no
podrán superar el dolor de haber sido cómplices
de su abandono. Si acaso sigue siendo necesario,
y es posible, abandonen a los hombres grandes
que ya familia no establecerán, y de comprender
ellos la situación, exijan su sacrificio para facilitar
la huída del resto. De los niños seleccionen aquellos
que demuestren fuerza, valor o inteligencia,
sean niñas o niños las y además, en los dos casos,
las virtudes físicas que se sugieran en
sus cuerpos, para mejor reproducir la Especie,
seleccionen y protejan a estos niños y abandonen
a su suerte a los demás. Luego abandonen a los
ancianos sabios que cargan porque a esta altura,
sus conocimientos no han sido suficientes,
para resolver la huída y el futuro del grupo.
Más adelante y de volverse necesario, que
cada hombre joven cargue con una niña y
cada fuerte mujer con un niño, que no sean
hijos propios, abandonando a los demás
niños a sus fuerzas. Estas parejas deberán
huir de a dos pero en distintas direcciones.
Los niños que cargarán serán los vectores
para la conservación de la Especie. Los hombres
y mujeres jóvenes que sigan huyendo con
estos vectores, deben comprender que en
ellos está el futuro de la Especie y deben
privilegiar la fuga de ellos, por sobre la suya
propia. De ser estrictamente necesario, que
el hombre con la niña se adelanten en la huída,
entregando al otro vector, al depredador que
insiste en la persecución. La mujer deberá
esconder al niño y enfrentar, matar o distraer
con su muerte, al que busca eliminar todo vestigio
de nuestra Especie. El último hombre deberá hacer
lo mismo, esconder a la niña y tratar de matar al
depredador. Si éste resulta el vencedor, habrá que
esperar que, milagrosamente, la pareja de niños
abandonados a su suerte, se encuentre.
Alfredo Benavidez Bedoya.
bb
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