
Normas de supervivencia para los argentinos en las crisis sucesivas que los pobrecitos sufren de tanto en tanto, culpa hoy de unos , antes de otros y mañana de los próximos.
(Estas normas se agregan a otras de mi autoría, surgidas en otra crisis similar, ya no recuerdo cual, normas que se agrupan en el libro: “Máximas mínimas para la supervivencia de los argentinos”. Máximas mínimas que, por lo menos a mí, me dieron resultado hasta esta nueva crisis. La Marca Editores)
Cancionemos el ruido del motor
y coticemos las nalgas de la abuela.
Afeitemos al perro labrador
y empeñemos la regla de Manuela.
Depilemos al Señor Profesor
y anulemos el recreo de la escuela.
Aspiremos del gato el olor
y comamos los fideos en cazuela.
Perdamos el trabajo con honor
y chupemos en plena francachela.
Plantemos menta y coliflor
y saltemos al cielo en la rayuela.
Bailemos con el refrigerador
y enamoremos a esas mujerzuelas.
Oxidemos al gordo recaudador
y clavemos moscas con tachuelas.
Almorcemos zapato al asador
y tuercas con coles de Bruselas.
Consultemos al cura sanador
y fumemos todas las telenovelas.
Soldemos el amor al dolor
y lloremos a ritmo de zarzuela.
Adoremos al próximo salvador
y vivamos un mundo de acuarela.
O miremos fijo al hablador
Y marchemos hasta gastar la suela.
Grabado y verso: Alfredo Benavidez Bedoya.
www.poemasamanoalzada.blogspot.com