El viejo arbusto
en la costa del río
torcido y peinado
por el rigor sudeste.
El dolor espeso
y sin contornos
sobre la mesa
bajo el mantel
arrugado y sucio.
El viejo arbusto
que nos muestra
las inclemencias
que le retuercen
las gruesas ramas.
El dolor espeso
que late ardiente
como el chocolate
al horno fundido
de la casa vacía.
El viejo arbusto
en la costa del río
torcido y peinado
por el rigor sudeste.
Acuarela, matriz de linóleo tallada y poema: Alfredo
Benavidez Bedoya.