martes, 17 de octubre de 2017

Un ojo llorando sangre


El ojo llorando sangre como símbolo del holocausto nuclear.
Un ojo llorando sangre
sobre la yerma tierra
sobre el pez que flota
sobre el árbol torcido
sobre el techo volado.
Un ojo llorando sangre
sobre el padre y el niño
sobre la niña y su madre
sobre el animal y su cría
sea salvaje o doméstico
sobre aquél amanecido
en ese día tan temido.
Un ojo llorando sangre
sobre la cosecha madura
sobre los montes rústicos
sobre la matemática toda
sobre las sacras religiones
sobre las aguas oceánicas
sobre el gozar del amante
sobre el rezar del piadoso
sobre el laborar del obrero
sobre el rimar de los poetas
sobre el arar del campesino.
Un ojo llorando sangre
sobre el declinar del viejo
o las potencias del joven.
Sobre la belleza embrujada
o sobre la fealdad evidente.
Sobre el sano y el demente
ya sea un amigo o pariente.
Sobre el roble y la araucaria
sobre todo ser viviente
y sobre la materia muda
inerte pero bien presente
y que soporta la vida toda.
Un ojo llorando sangre.
Grabado y verso: Alfredo Benavidez Bedoya. 2017
Grabado para ilustrar el cuento de Carlos Sampayo: “El rubio y yo: polizones en 1962”.

El cuento con sus ilustraciones saldrá en Diciembre del 2017 en la revista FIERRO.